Resonancia magnética de cerebro

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El cerebro es la porción más grande del encéfalo y controla algunas de las funciones más importantes para la vida del ser humano: la memoria, la inteligencia, el habla, la percepción sensorial, los movimientos voluntarios y mucho más. Este órgano representa el centro neurálgico del organismo y, cuando falla, se pueden producir diversos signos clínicos y síntomas de difícil identificación.

Algunas de las patologías cerebrales más comunes son los traumatismos, los procesos neurodegenerativos, la epilepsia, los crecimientos tumorales, las infecciones y las disrupciones cerebrovasculares. En las siguientes líneas, se recoge el procedimiento y utilidad de la resonancia magnética de cerebro.

¿Qué es la resonancia magnética de cerebro?

La imagen por resonancia magnética, también conocida como resonancia magnética o RM a secas, es una técnica de diagnóstico que emplea los fenómenos de resonancia magnética nuclear para obtener proyecciones anatómicas tridimensionales del cuerpo. Es una técnica que se realiza de forma sencilla y no es invasiva, pues no requiere el uso de anestesia o procedimientos quirúrgicos.

Para llevarla a cabo, se emplean imanes muy potentes que producen un campo magnético fuerte. Cuando el paciente se tumba en la máquina de RM, el campo magnético realinea de forma temporal las moléculas de agua dentro del organismo. Dicho de forma rápida y sencilla, las ondas de radio emitidas hacen que las partículas alineadas produzcan señales débiles, las cuales se emplean para la producción de imágenes transversales. Cuando se apaga el campo de radiofrecuencia, unos sensores pueden detectar la energía liberada mientras se produce la realineación con el campo magnético.

La resonancia magnética de cerebro, como su propio nombre indica, es un tipo de RM que se emplea para crear imágenes 2D y 3D de gran calidad del tejido cerebral, el tronco encefálico, el cerebelo y otros tejidos adyacentes. No emplean ni rayos X ni marcadores radioactivos, por lo que se trata de una opción excelente y no invasiva.

¿Para qué sirve la resonancia magnética del cerebro?

La resonancia magnética de cerebro o cabeza se puede usar para el diagnóstico de muchos procesos clínicos. Entre ellos, se destacan los siguientes:

  • Anomalías congénitas cerebrales.
  • Hidrocefalia, acumulación de líquido dentro de los ventrículos profundos del cerebro.
  • Sangrado cerebral (hemorragia intracraneal o subaracnoidea).
  • Tumores en la cabeza, tanto cancerígenos como no cancerígenos.
  • Esclerosis múltiple.
  • Accidente cerebrovascular, isquémico o hemorrágico.
  • Trastornos en la glándula pituitaria.
  • Aneurismas y otros problemas vasculares en el cerebro.
  • Trastornos oculares y en el oído interno.
  • Infecciones cerebrales.

La RM se puede recomendar ante síntomas como hormigueo, entumecimiento de las extremidades, cambios anormales en el pensamiento, dolores de cabeza persistentes e inexplicables por otras causas, dificultad para hablar y más. En general, se requiere cuando hay signos clínicos que evidencian un mal funcionamiento en el entorno cerebral.

¿Cómo prepararse para una RM cerebral?

La resonancia magnética cerebral requiere de una serie de preparaciones previas. El régimen dietético antes de la prueba depende del centro en el que se va a realizar y el procedimiento específico, pero es posible que se pida un ayuno de sólidos y líquidos durante las 4-6 horas previas. Si no lo indica el profesional médico, se puede llevar a cabo una rutina usual.

Por otro lado, es necesario discutir con el profesional las opciones posibles si se padece de claustrofobia. La máquina de resonancia magnética clásica es cerrada y puede generar agobio y ansiedad en personas susceptibles. En estos escenarios, es posible recetar un sedativo para facilitarle a paciente el proceso lo máximo posible.

Antes del examen, se le debe comentar al profesional médico si se porta cualquiera de los siguientes elementos en el cuerpo:

  • Válvulas cardiacas artificiales.
  • Clip para un aneurisma cerebral.
  • Implante coclear (en el oído interno).
  • Articulaciones artificiales de inserción reciente.
  • Stents vasculares.
  • Marcapasos.
  • Desfibrilador.
  • Estimulador del nervio vago.
  • Fragmentos metálicos en cualquier parte de la cabeza o aparato ocular.
  • Prótesis en el oído medio.

Por otro lado, también hay que retirar cualquier complemento metálico que sea posible, estético o funcional, pues este podría interferir con la obtención de imágenes. Esto incluye joyas, relojes, pines, piercings, dispositivos electrónicos, piezas dentales retirables y más. Consulta con el profesional sanitario si tienes cualquier duda sobre qué elementos puedes llevar a la prueba.

En último lugar, también hay que tener en cuenta que algunas resonancias magnéticas de cerebro requieren la inyección de un medio de contraste. El gadolinio es el más común en este tipo de prueba, ya que es capaz de alterar las propiedades magnéticas de algunas moléculas del cuerpo, permitiendo así una observación más clara de ciertos órganos y sistemas del cuerpo. Es esencial comentarle al profesional médico cualquier historial previo de alergia a un medio de contraste, pues con el uso de medicamentos se puede llevar a cabo el procedimiento de forma segura.

¿Cómo es el procedimiento de la resonancia magnética de cerebro?

El procedimiento general de una resonancia magnética de cabeza se puede resumir en los siguientes pasos:

  1. El paciente debe cambiarse a una bata.
  2. Tras ello, se tumbará sobre la camilla de la máquina RM.
  3. Una vez posicionado, el profesional en la salud le colocará al paciente un dispositivo similar a un casco en la cabeza. Algunos de ellos tienen espejos que permiten ver la parte exterior de la máquina, lo que evita el sentimiento de claustrofobia.
  4. Cuando todo está listo, la camilla se desliza dentro del “donut” de la máquina.
  5. Una vez dentro de la máquina, esta comenzará a hacer ciertos sonidos. Es posible que se le otorgue al paciente bloqueadores de sonido o auriculares para que pueda escuchar música.
  6. Es muy importante que el paciente se mantenga muy quieto durante toda la prueba.

En este punto, cabe destacar que el profesional en la salud estará en contacto con el paciente en todo momento a través de un intercomunicador. Ante cualquier malestar o sensación desagradable, establecer la comunicación es la mejor opción. El proceso puede resultar un poco agobiante y hablar puede ser de ayuda.

¿Que se siente durante la prueba?

La resonancia magnética cerebral es un procedimiento indoloro, pero para algunas personas puede resultar complicado mantenerse dentro de la máquina durante el tiempo que dura la prueba (unos 30 minutos). En el caso de que se requiera un medio de contraste, hay que tener en cuenta la sensación de la inyección por vía intravenosa.

¿Cuánto dura?

Esta prueba es algo más larga que las presentadas durante otros análisis de diagnóstico por imagen. El proceso en general dura unos 30 minutos, pero es posible que se demore hasta 1 hora o un poco más si se requiere un medio de contraste. Coméntale a tu profesional médico si tienes o crees que puedes tener claustrofobia.

Ventajas y desventajas de una resonancia magnética cerebral

Entre las ventajas de esta técnica de diagnóstico por imagen, se destacan las siguientes:

  • Es una técnica no invasiva que no requiere el uso de radiación, a diferencia de la radiografía y la tomografía computarizada.
  • Las imágenes obtenidas del cerebro y el cráneo son más claras que las que reportan otras técnicas.
  • La resonancia magnética puede brindar información tanto estructural como funcional.
  • Es una técnica de diagnóstico ideal para detectar un accidente cerebrovascular antes de que se agrave.

Las desventajas de este procedimiento son mínimas. Como mucho, es necesario nombrar el riesgo de emplear demasiado sedante si el paciente lo requiere por agobio y/o claustrofobia. Aunque es muy poco común, también es posible desarrollar una reacción adversa al gadolinio en los casos en los que se necesita la inyección de un medio de contraste. De todas formas, esta se puede controlar con medicamentos. Este contraste también puede ser dañino en personas con fallos renales que están recibiendo diálisis, así que hay que comentárselo al profesional médico en caso de que se padezca esta condición.

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