Radiografía de cuello: procedimiento y usos

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Los rayos X son un tipo de radiación electromagnética similar a la luz visible. Sin embargo, a diferencia de la luz, estos rayos tienen mayor cantidad de energía y pueden atravesar los objetos y el cuerpo humano. Por esta razón, se emplean con el fin de generar imágenes de tejidos blandos, huesos y órganos en el proceso diagnóstico de enfermedades. En las siguientes líneas, se exponen el procedimiento y los usos de la radiografía de cuello.

¿Para qué sirve la radiografía del cuello?

La radiografía de cuello es una técnica de diagnóstico por imagen que permite examinar las vértebras cervicales, es decir, los 7 huesos de la columna vertebral que están situados en la región del cuello. Además de información sobre estas estructuras óseas, también se pueden ver:

  • Las cuerdas vocales.
  • Las amígdalas.
  • La tráquea.
  • Las adenoides.
  • Las vías nasales/orales y la nasofaringe.
  • Parte de la epiglotis.

Las imágenes obtenidas durante una radiografía son de colores blancos y negros. Los tejidos blandos, como los músculos y la piel, permiten el paso de los rayos X y se ven oscuros-grisáceos. Por otro lado, los huesos los bloquean y se observan de tono blanco.

¿Cuál es la preparación para una radiografía de cuello?

La inmensa mayoría de las radiografías no requieren una preparación especial. De todas formas, antes de llevarlas a cabo hay que quitarse cualquier complemento estético que pueda interferir en la obtención de imágenes, como colgantes, gargantillas y pendientes. También es necesario comentarle al profesional sanitario si se poseen implantes o si se ha llevado a cabo cirugía en el cuello, la mandíbula, la boca y otras regiones cercanas.

Por otro lado, si la paciente es mujer, se recomienda informar sobre la posibilidad (o confirmación) de estar embarazada. La probabilidad de que una radiografía dañe a un bebé no nato es muy pequeña, pero hay que tener en cuenta este estado a la hora de realizarla. De todas formas, los beneficios de la información diagnóstica casi siempre son más altos que los ínfimos riesgos.

¿Cómo se hace esta prueba?

Esta prueba se hace en el departamento de radiología de un centro sanitario. Para llevarla a cabo, el paciente solo tiene que enfrentarse de pie, tumbarse o sentarse en la máquina de rayos X, según las indicaciones del profesional. Las imágenes se toman:

  1. A los lados, para observar los tejidos blandos.
  2. De frente.

Es necesario permanecer quieto para que las imágenes obtenidas no salgan borrosas. Pueden requerirse otros cambios de posición con el fin de conseguir de 2 a 7 imágenes diferentes.

¿Qué se siente?

El diagnóstico por rayos X no es invasivo. En situaciones de normalidad, no se siente nada mientras se hace la prueba. De todas formas, si el paciente tiene una lesión en el cuello, puede sentir algo de dolor o incomodidad cuando se coloca en la máquina para la obtención de imágenes.

¿Qué significan los resultados anormales?

La radiografía de cuello permite detectar muchos estados patológicos. Entre los más comunes, encontramos los siguientes:

  • Una articulación que está fuera de su lugar.
  • Inflamación en la tráquea o cerca de ella.
  • Adelgazamiento de las vértebras del cuello por un proceso de osteoporosis.
  • Tumores o quistes óseos en el cuello.
  • Fracturas óseas en la zona del cuello.
  • Problemas en los discos intervertebrales.
  • Desarrollo anormal en la columna vertebral.
  • Crecimientos óseos anormales.
  • Amígdalas y adenoides inflamados.
  • Cifosis.
  • Espondilosis cervical (osteoartritis del cuello).

En general, la radiografía de cuello se utiliza con la finalidad de descubrir el motivo del dolor, el entumecimiento o la debilidad en el cuello que no desaparecen en el tiempo. También permite observar la inhalación de cuerpos extraños y otros procesos que causen problemas con la deglución/respiración.

¿Qué riesgos tiene?

Como su propio nombre lo indica, los rayos X requieren una exposición leve a radiación. Esta es muy baja y no suele suponer ningún problema, pero puede ser necesario consultar con el médico si se han realizado pruebas de rayos X en la misma parte del cuerpo con una periodicidad marcada. También hay que tener en cuenta el posible embarazo ya citado.

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