Dolor lumbar: ¿a qué se debe?

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La lumbalgia es la primera causa de absentismo e incapacidad laboral entre la población activa española. Este padecimiento se presenta en el 5-25% de las personas en cualquier momento y lugar dados, con una prevalencia mucho mayor entre aquellos adultos obesos o con trabajos demandante a nivel físico. ¿Sabes a qué se debe el dolor lumbar?

El malestar en la zona lumbar puede tener múltiples causas. En las siguientes líneas, recogemos las más comunes y cómo actuar ante ellas.

¿Por qué aparece el dolor lumbar?

El dolor lumbar es aquel que aparece en la zona baja de la espalda, es decir, en la columna lumbar (de L1 a L5). Puede tener múltiples causas y en muchos casos no se detecta un motivo concreto del malestar (es de naturaleza idiopática). La prevalencia anual de la lumbalgia inespecífica está entre el 15 y el 45%.

8 de cada 10 personas tienen un cuadro de dolor lumbar (lumbalgia) en algún momento de su vida. Por suerte, el 90% de los cuadros son agudos y se resuelven con el tiempo, ya sea por sí solos o con ayuda farmacológica. A continuación, recogemos algunas de las causas más usuales de lumbalgia y cómo abordarlas.

1. Contractura muscular

Las contracturas musculares son contracciones continuadas e involuntarias que se dan en estos tejidos por un mal movimiento o traumatismo derivado del esfuerzo. Estas contracturas provocan dolor, pues la zona no depura correctamente los metabolitos hacia el torrente sanguíneo y se produce una acumulación de toxinas que causa inflamación.

Las contracturas en los músculos que comprometen la zona lumbar pueden provocar dolor en la parte baja de la espalda. El mejor tratamiento inmediato es el descanso y la aplicación de frío. Si esto no funciona y el malestar se mantiene, es momento de ir al médico.

2. Hernia discal

La hernia discal es una patología que tiene lugar cuando parte del disco intervertebral se desplaza de su lugar, presionando la raíz nerviosa y causando un intenso dolor. Esta patología ocurre con mayor frecuencia en hombres de edad avanzada y algunos de sus factores de riesgo son: levantar objetos pesados, torcer de forma repetitiva la espalda baja, el sedentarismo y el tabaquismo.

El tratamiento inmediato de la hernia discal es el reposo y el uso de analgésicos. La fisioterapia y el descanso suelen ser suficientes para abordar la condición, pero a veces se puede requerir la inyección de esteroides o la cirugía.

3. Ciática

El término “ciática” hace referencia al dolor, debilidad y entumecimiento de la pierna que se irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático. No es una enfermedad por sí sola, pues se trata de una lesión o presión nerviosa derivada de una causa subyacente. La propia hernia discal, ya citada, puede ser causante de ciática.

El malestar derivado de esta situación puede ir desde un dolor lumbar hasta pinchazos y malestar en la pantorrilla o la planta del pie, por lo que varía de forma amplia entre pacientes. Las primeras medidas que se deben tomar son de cuidado personal, pero si estas no funcionan se debe recurrir al consumo de fármacos (antiinflamatorios, relajantes musculares, tranquilizantes), la fisioterapia y las inyecciones de esteroides. La última opción, reservada para los casos más graves, es la cirugía.

4. Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una forma crónica de artritis que afecta principalmente a las articulaciones de la columna vertebral. Esta enfermedad no tiene una causa definida, aunque la genética parece estar relacionada en varios de los cuadros. Con el tiempo, puede hacer que se fusionen ciertas vértebras, lo que genera dolor lumbar y encorvamiento de la postura.

El objetivo principal del tratamiento contra la espondilitis es aliviar los síntomas y prevenir o retrasar su progresión. Suele ser necesario el uso de antiinflamatorios no esteroideos para paliar la inflamación, el dolor y la rigidez. Si estos no funcionan se recurre a los bloqueadores del factor de necrosis tumoral.

5. Estenosis espinal

La estenosis espinal, o estenosis del conducto vertebral, es el estrechamiento de los espacios dentro de la columna vertebral. Este estrechamiento provoca presión sobre los nervios y la médula espinal, provocando así dolor lumbar, en las piernas o las pantorrillas. Algunos de los desencadenantes de este cuadro son el crecimiento óseo excesivo, las hernias discales, los tumores en la zona y los ligamentos engrosados.

El tratamiento de este cuadro depende de la ubicación de la estenosis y la gravedad de los síntomas. Además de los abordajes ya citados, la estenosis espinal se puede abordar con procedimientos de descompresión y cirugía. Las intervenciones quirúrgicas conllevan ciertos riesgos, pero en la mayoría de los casos evitan o ayudan a reducir los síntomas.

Otras causas de dolor lumbar

En estas líneas te hemos mostrado 5 de las causas más evidentes del malestar en la zona lumbar. Sin embargo, existen otras muchas que merecen ser nombradas de forma somera. Las exponemos en la siguiente lista:

  • Enfermedad degenerativa del disco lumbar: con el paso del tiempo, es posible que los discos intervertebrales se desgasten. Esto puede causar fricción entre las vértebras y un dolor lumbar tolerable, con momentos más marcados que duran unos pocos días o más.
  • Síndrome facetario: esta patología provoca la degradación excesiva de los cartílagos articulares. Genera dolor lumbar, aunque puede ampliarse a la ingle y las nalgas. El tratamiento puede ser conservador o invasivo.
  • Escoliosis: la escoliosis es una desviación lateral de la columna vertebral que se suele diagnosticar durante la adolescencia.
  • Fractura por compresión: este es un tipo de lesión ósea causado por la presión y consecuente aplastamiento del hueso, en este caso a nivel vertebral.

Como podrás comprobar, son muchas las posibles causas de un dolor en la zona lumbar. La mayoría se resuelven por sí solas con descanso y aplicación de hielo, pues el cuerpo se recupera del mal movimiento o posición. De todas formas, si el malestar es duradero, se requiere atención médica y abordajes algo más invasivos.

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