Dolor en el cuello: 7 posibles causas

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El dolor en el cuello representa uno de los trastornos musculoesqueléticos más comunes en todo el mundo. Según estudios, la prevalencia general de este cuadro clínico es del 23 % en la población general y afecta mucho a las personas que trabajan en oficinas y en frente de ordenadores. Las malas posturas, ciertos esfuerzos y patologías pueden hacer que la integridad de esta estructura se vea comprometida, generando malestar.

Los cuadros clínicos en esta región anatómica se suelen manifestar con síntomas como nudos palpables a nivel muscular, rigidez o dolor intenso en el cuello. Además, también es posible que estos signos vayan acompañados de cefaleas, limitación en el movimiento y mucho más. En los siguientes apartados, se exponen 7 posibles causas del dolor en el cuello y cómo detectarlas a tiempo para acudir al médico cuanto antes.

1. Contractura muscular

La contractura muscular de cuello, también conocida como contractura cervical, se produce cuando el tejido muscular de esta zona se contrae y distiende de forma involuntaria, pero no vuelve a su estado natural y se mantiene en constante tensión. Se trata de un tipo de lesión muy común y, en este caso, suele estar propiciada por posturas inadecuadas, esfuerzos repentinos, estrés y otros muchos desencadenantes presentes en la rutina del día a día.

Existen diversos tratamientos eficaces para gestionar con facilidad una contractura muscular y pocas veces se requiere atención médica. Con aplicación de calor en la zona afectada, ejercicios de estiramiento y sesiones de fisioterapia suele ser suficiente para mejorar en cosa de días. Además, se pueden consumir analgésicos de venta libre para paliar el dolor si este es muy intenso.

2. Distonía cervical

La distonía cervical, también conocida como tortícolis espasmódica, es otra de las causas del dolor de cuello. En este caso, los músculos de la zona se contraen involuntariamente y hacen que la cabeza se fuerce de más o gire hacia un lado, hacia delante o hacia atrás. Se trata de una de las distonías focales más comunes y tiene una prevalencia estimada de 5 a 30 casos por cada 100 000 personas.

Se desconocen las causas de la distonía cervical, si bien los antecedentes familiares, la edad avanzada y ser de sexo femenino se consideran factores de riesgo para su aparición. Es un cuadro que no tiene cura, pero se puede recurrir a tratamientos poco invasivos (terapias y fármacos como la toxina botulínica) o cirugía si nada más funciona.

3. Estrés

El dolor del cuello es uno de los síntomas más comunes asociados al estrés. Si se experimenta esta sensación a largo plazo, el organismo puede tensar la musculatura de cuello y hombros de forma prolongada, lo que se traduce en dolor y malestar. Esto también puede derivar en cefaleas tensionales, que suelen sentirse como opresión o tensión en la frente o a los lados y la parte de atrás de la cabeza. Ante cualquier síntoma de ansiedad y/o estrés prolongados en el tiempo, se recomienda buscar ayuda de un profesional en la salud mental.

4. Latigazo cervical

El latigazo o hiperextensión cervical es un tipo de lesión que tiene lugar cuando ocurre un movimiento rápido y enérgico del cuello hacia atrás y adelante, lo que modifica su patrón de movilidad natural. Además de dolor en el cuello, este cuadro puede cursar con síntomas como dificultad para moverse, migrañas, mareos, náuseas, confusión y hasta visión borrosa. La causa más común es el accidente de tráfico, responsable de hasta el 90 % de los cuadros.

El latigazo cervical se debe detectar con pruebas de diagnóstico por imagen, como los rayos X, la tomografía computarizada (TAC) o la resonancia magnética (RM). El descanso, la aplicación de calor/frío, la toma de analgésicos de venta libre, los relajantes musculares y las inyecciones de medicamento anestésico pueden ayudar mucho a manejar del dolor. También suele ser necesario realizar ciertos ejercicios físicos para la rehabilitación.

5. Estenosis espinal

La estenosis espinal ocurre cuando los espacios de la columna vertebral se hacen más estrechos y ejercen presión sobre la médula espinal y las raíces de los nervios. Si esto ocurre en las vértebras del cuello, se traduce en síntomas como dolor, entumecimiento, hormigueo/debilidad en manos, piernas y brazos y problemas para caminar.

A su vez, la estenosis espinal puede tener múltiples causas. Entre ellas, destacan los espolones óseos, las hernias de disco, los ligamentos rígidos, los tumores y las lesiones en la columna vertebral. Como en otros casos, para el diagnóstico de este cuadro se requieren pruebas por imagen, como los rayos X, la tomografía computarizada y la resonancia magnética. El tratamiento depende de la severidad de los síntomas, pero en los casos más graves se puede recurrir a procedimientos quirúrgicos como laminectomía, laminotomía o laminoplastia.

6. Espondilosis cervical

Este término engloba a los procesos fisiológicos asociados a un desgaste natural, relacionado con la edad y el paso del tiempo, que afecta a los discos intervertebrales del cuello. Esta degeneración de la columna vertebral afecta a más del 85 % de las personas con más de 60 años, aunque por suerte en la mayoría de los casos cursan de forma asintomática. Cuando sí aparecen signos clínicos, casi siempre lo hacen en forma de dolor y rigidez en el cuello.

Este cuadro clínico se diagnostica con radiografía de cuello, resonancia magnética y mielografía por tomografía computarizada. Como en el resto de los casos, el tratamiento depende de la gravedad del caso y va desde la toma de medicamentos hasta la cirugía, pasando por fisioterapia y otros abordajes.

7. Crecimientos anormales

Como último elemento de este listado, se citan ciertos crecimientos anormales que pueden cursar con dolor de cuello en aquellos casos en los que provocan pinzamientos en terminaciones nerviosas y otras estructuras. Aunque no sean las causas más comunes de este síntoma, es necesario tenerlas en cuenta:

  • Lipomas.
  • Tumores benignos.
  • Tumores cancerígenos (tiroides, garganta y más).
  • Quistes.
  • Espolones óseos.

Como se ha podido comprobar en estas líneas, existen muchas posibles causas del dolor en el cuello. Toda la información aquí expuesta tiene un objetivo meramente divulgativo y no sustituye la necesidad de una consulta médica. Ante el malestar continuado en el cuello o en cualquier otra región anatómica, se requiere atención profesional.

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