Autoexploración de mama
La autoexploración de mama en la mujer es un método sencillo para detectar anomalías en el tejido mamario. El cáncer de mama es el tumor más frecuente de la mujer, afectando a 1 de cada 12 mujeres en el mundo. Los avances médicos en el diagnóstico y tratamiento están logrando una supervivencia a los 5 años del diagnóstico superiores al 90% en los países desarrollados, y para lograr este resultado es clave el diagnóstico precoz, para lo que es clave establecer una rutina habitual de auto exploración de las mamas, y tener la posibilidad de realizar pruebas de imagen (mamografía, ecografía o resonancia) ya sea de forma preventiva a través de los programas regionales o nacionales de cribado de cáncer de mama a las mujeres de entre 40 y 70 años, como de forma reactiva y precoz a la aparición de síntomas o bultos en la mama.
Beneficios
Toda mujer a partir de los 20 años y durante toda la vida, también durante el embarazo o después de la menopausia, debería realizarse un autoexamen de mama mensual para familiarizarse con las características personales de sus mamas, de forma que detecte pronto la aparición de cambios y pueda optar a conseguir los beneficios de una supervivencia larga o incluso la curación que permitiría una detección y tratamiento precoz del cáncer de mama.
Los bultos y síntomas sospechosos
En un número importante de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama el primer signo de cáncer de mama fue un bulto nuevo que percibieron en la mama al autoexplorarse ellas mismas.
Una mujer debería consultar con su médico o ginecólogo si percibe:
- un bulto, nódulo o engrosamiento indoloro en la mama o en la axila;
- una alteración en el tamaño, forma o aspecto habitual de la mama;
- la aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otra alteración en la piel de la mama, especialmente en la zona alrededor del pezón;
- un cambio de aspecto del pezón o la retracción o hundimiento de este;
- aparición de secreción anormal por el pezón.
El proceso
La autoexploración de mama es un proceso sencillo que puede realizarse en unos minutos. El mejor momento para realizarlo es el inmediatamente posterior a terminar con la regla, de 2 a 5 días después, porque la mama está menos hinchada al haber remitido los efectos estimulantes hormonales de la segunda parte del ciclo menstrual. En las mujeres que ya no tienen regla se recomienda hacerlo un día fijo, por ejemplo, el primer fin de semana de cada mes.
Este proceso de autoexploración tiene por objetivo que cada mujer controle el aspecto, tamaño y forma de sus mamas y poder detectar pronto la aparición de bultos, tanto en las mamas como en las axilas.
Es recomendable seguir siempre una misma rutina para que no se pase por alto nada, ni en las mamas ni en las axilas. El proceso de autoexploración tiene 4 fases:
- La primera es “observar de pie” frente a un espejo. Se comprueba que no haya cambios en la forma y tamaño habitual, ni en la piel debe, que debe estar lisa, sin pliegues ni zonas rugosas ni retracciones, y el borde inferior debe tener un contorno regular. Esta observación se realiza primero con los brazos abajo, pegados al cuerpo, luego con las manos apoyadas y presionando fuerte en la cadera para contraer los músculos pectorales, y finalmente elevados con las manos en la nuca para poder observar también cambios en las axilas.
- La segunda es “palpar tumbada” en la propia cama o en sofá con una almohada o cojín debajo de la espalda para extender el tórax. Primero se eleva un brazo, se coloca la mano en la nuca y con la otra mano se explora la mama del lado contrario (por ejemplo, si elevamos el brazo izquierdo, exploramos la mama y axila izquierda con la mano derecha), y luego se realiza lo mismo en el lado contrario. La palpación debe hacerse con el dedo índice y anular juntos, estirados y apoyados con cierta presión sobre la mama, haciendo movimientos lineales desde el pezón a la periferia de la mama y volviendo de nuevo al pezón, siguiendo los ejes o radios de las agujas de un reloj, comenzando en el eje de las 12 y continuando hacia la 1, las 2…y así hasta las 11 que rodearíamos por completo el círculo de la mama. En el eje radial correspondiente (las 2 y 3 en la mama izquierda, y las 9 y 10 en la derecha) se debe llegar con la palpación hasta la axila. Es importante buscar si hay un bulto nuevo, masa extraña o cambios de consistencia debajo de la piel de mamas o axilas.
- La tercera es “palpar sentada o de pie” en una silla. Repetimos la exploración con las mismas rutinas que se han realizado antes tumbada, para asegurar que no se pasa nada por alto.
- La cuarta y última en “estrujar el pezón” de ambas mamas para comprobar si se produce salida de secreción, y en este caso observar su aspecto (color, consistencia, cantidad, y si provoca dolor).


¿Qué hacer si observo un bulto o cambio en la mama?
En primer lugar, ante el hallazgo de un bulto o cambio en la mama o axila hay que mantener la serenidad porque sólo el 10% de los bultos detectados en una autoexploración corresponden a un cáncer. En la mayoría de los casos los hallazgos corresponden a patologías benignas como fibroadenomas, quistes o infecciones.
A pesar de esto, es importante no demorar más de 1-2 meses la consulta a un médico o especialista para poder realizar las pruebas complementarias que sean necesarias y establecer un diagnóstico rápido que identifique el tipo de problema al que se enfrenta la mujer, y en caso de resultar ser un cáncer de mama, poder establecer una estrategia precoz de tratamiento personalizado en base a los marcadores genéticos y hormonales de cada mujer.
¿Puedo hacer algo más para evitar el cáncer de mama?
La asistencia médica actual está tendiendo a la personalización de los cuidados que cada persona precisa en base a la predicción de los riesgos propios de cada individuo, por su genética, estilo de vida e influencias de su entorno vital, y en base a ello establecer las pruebas preventivas a realizar y promover la proactividad de las personas en su propio autocuidado, facilitándoles la información y medios que necesiten para ello. El hecho de que los estudios genéticos sean cada vez más baratos y accesibles hacen posible este tipo de medicina 4P.
En relación con el cáncer de mama, hay muchas mujeres que tienen una predisposición genética propia para desarrollar cáncer de mama y hacerlo a edades más tempranas de lo que abarcan los programas de cribado poblacional habituales. En ellas, sólo un estudio genético podría establecer la necesidad de realizar pruebas periódicas de detección precoz específicas, como la RM de Mamas.
Para saber si tienes factores de riesgo que aconsejarían hacerte un estudio genético puedes hacer un sencillo cuestionario en nuestra web y te aconsejaremos lo más conveniente en tu caso.